
Encargo
Se trata de una obra de arte encargada a un cliente que quería explorar el humor de una forma creativa y visualmente impactante. La pieza juega con el surrealismo y el absurdo, utilizando un giro inesperado en objetos cotidianos para crear una experiencia visual divertida y atractiva. El objetivo era hacer sonreír al espectador mientras apreciaba la ejecución detallada y la composición dinámica.
Espacio
El diseño fue diseñado para integrarse a la perfección en este espacio al combinarse con su paleta de colores, estilo y estado de ánimo. Los tonos amarillos cálidos complementan las luces colgantes, la silla y la escalera, mientras que los acentos más oscuros se equilibran con los gabinetes azul marino. Su estética lúdica pero refinada se alinea con el diseño moderno de la habitación, agregando carácter sin abrumar el espacio. El marco y la escala se consideraron cuidadosamente para crear un punto focal cohesivo e intencional.
Resultado
La escena evoca los enfrentamientos clásicos entre Bugs Bunny y Elmer Fudd, así como las incesantes persecuciones entre Wile E. Coyote y el Correcaminos, pero con un giro inesperado: todos terminan resbalándose en una cáscara de plátano colocada estratégicamente.
Si bien hoy en día es un elemento básico de la comedia visual, el chiste de la cáscara de plátano tiene más de un siglo de historia.